Expertos de logística y comercio exterior suponen que no solamente el Norte de México se perfila como potencial plataforma logística; pues proyectos como el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) ponen en la mira al sur del país como región que experimentará un crecimiento relevante durante los próximos años.
En México, la tendencia industrial ha sido impulsada por diversas circunstancias y condiciones que han propiciado la llegada de inversiones extranjeras (Nearshoring). La infraestructura logística del país tiene la capacidad de absorber flujos logísticos y, en su mayoría, está orientada hacia Estados Unidos.
En el sur de México, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) se erige como el proyecto emblemático del actual Gobierno federal.
Este corredor tiene como objetivo fomentar el desarrollo económico de la región mediante una plataforma logística que abarca la creación, transformación, almacenamiento y distribución de mercancías. Su propósito es conectar el océano Pacífico con el Golfo de México.
Javier Lagunes, vicepresidente nacional de Normalización de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (ANIERM), subraya la necesidad de comenzar a invertir en el proyecto para garantizar su correcto funcionamiento a corto plazo.
Lagunes advierte que si no actuamos con prontitud, los asiáticos, europeos y norteamericanos estarán listos para aprovechar esta oportunidad logística. El CIIT requiere transformación, incluyendo terminales multimodales, almacenes, recintos fiscalizados y espacios para contenedores y patios.
El anhelo de conectar el océano Pacífico con el Golfo de México data desde el siglo XIX. El CIIT, con más de 1,200 kilómetros de vías férreas operadas por el Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec, es uno de los proyectos más avanzados hasta la fecha. Además, contempla la participación de los puertos de Salina Cruz, Coatzacoalcos, Puerto Chiapas y Dos Bocas.
