México desplaza a Canadá y se consolida como principal socio comercial de Estados Unidos

Un hito histórico que redefine tres décadas de intercambio comercial en Norteamérica mientras México logra el doble rol de mayor proveedor y comprador estadounidense

En un giro histórico que marca un antes y después en las relaciones económicas de América del Norte, México ha destronado a Canadá y se ha posicionado como el principal destino de las exportaciones estadounidenses durante los primeros ocho meses de 2025. Esta hazaña, combinada con su ya consolidado papel como mayor proveedor de bienes al mercado estadounidense, convierte a México en el socio comercial más completo que Estados Unidos ha tenido en al menos tres décadas.

Las cifras de la Oficina del Censo estadounidense revelan un cambio tectónico en los flujos comerciales: entre enero y agosto de 2025, Estados Unidos exportó mercancías al mercado mexicano por 226,411 millones de dólares, superando por primera vez los 225,642 millones enviados a Canadá. Aunque el margen es estrecho, la importancia simbólica y estratégica de este logro resulta monumental.

Este doble liderazgo —como principal comprador y vendedor— no surgió de la noche a la mañana. Es el resultado de un proceso gradual de integración económica que inició con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte en 1994 y se profundizó con el T-MEC. Lo que convierte a 2025 en un año emblemático es que representa la culminación de esta tendencia de largo plazo, coronando a México como el socio comercial más integral que su vecino del norte ha conocido en la era moderna.

La participación de México en el comercio total estadounidense alcanzó el 15.5% durante el periodo enero-agosto, muy por encima del 12.9% de Canadá y el 7.8% de China. Este porcentaje refleja la suma de exportaciones e importaciones, consolidando la interdependencia económica entre ambas naciones. Más allá de los números absolutos, lo que resulta fascinante es la resiliencia mostrada por la relación comercial en un contexto marcado por la política arancelaria de la administración Trump.

El fenómeno de las exportaciones mexicanas

Las ventas de México hacia Estados Unidos registraron un crecimiento anual del 6.1% en los primeros ocho meses del año, alcanzando los 354,895 millones de dólares, una cifra récord para un periodo similar. Esta expansión ocurre en medio de un año turbulento, donde los aranceles implementados por Washington han generado incertidumbre en todas las industrias.

El Consejo Coordinador Empresarial subraya que México es el principal destino de exportación para 24 capítulos del Sistema Armonizado, además de posicionarse como el segundo mercado más relevante en otros 50 sectores. En total, México ocupa la primera o segunda posición como comprador en el 75% de las industrias exportadoras estadounidenses, una estadística que demuestra la profundidad de la integración comercial bilateral.

La fortaleza de las exportaciones mexicanas se explica en parte por el aprovechamiento del T-MEC, aunque resulta notable que solo el 46% de las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos en el primer semestre ingresaron bajo los beneficios arancelarios del acuerdo. El 54% restante entró bajo otros regímenes, lo que sugiere que existe un margen considerable para optimizar el uso de las ventajas del tratado.

Productos que importa México de Estados Unidos

La relación comercial bilateral no es unidireccional. México se ha transformado de ser principalmente un proveedor de manufacturas a convertirse también en un mercado de consumo vital para productos estadounidenses. Esta evolución refleja tanto el crecimiento de la economía mexicana como la sofisticación de sus cadenas productivas.

Energía y combustibles

Los refinados de petróleo, gasolinas, gas natural y minerales bituminosos encabezan la lista de importaciones mexicanas provenientes de Estados Unidos. En mayo de 2025, solo los aceites de petróleo representaron compras por 2,104 millones de dólares. Esta dependencia energética resulta particularmente relevante considerando que México cuenta con reservas petroleras propias, pero carece de capacidad de refinación suficiente para satisfacer su demanda interna.

El gas natural representa otro flujo crítico, especialmente para estados del norte de México donde la industria manufacturera demanda grandes cantidades de energía. En 2025, las exportaciones estadounidenses de gas natural a México crecieron 1,550 millones de dólares, un incremento del 57.16%, reflejando la creciente electrificación y necesidades energéticas de la economía mexicana.

Tecnología y maquinaria

El sector tecnológico muestra una explosión notable en el comercio bilateral. Las partes de computadora experimentaron el crecimiento más dramático, con un aumento de 3,010 millones de dólares (equivalente al 69.09%), mientras que las computadoras completas registraron un incremento de 1,870 millones de dólares, prácticamente duplicando su valor con un crecimiento del 99.61%.

México importa cantidades considerables de maquinaria industrial, equipo de transporte, motores y componentes mecánicos, así como equipos ferroviarios y aeronáuticos. Estos productos son esenciales para las cadenas de suministro integradas que caracterizan sectores como el automotriz, aeroespacial y electrónico, donde empresas establecidas en México operan bajo modelos de manufactura global.

Agricultura y alimentos

El maíz amarillo domina las importaciones agrícolas, principalmente para consumo pecuario e industrial. Jalisco, Guanajuato, Puebla y Yucatán figuran entre los estados mexicanos que más dependen del maíz estadounidense para sus industrias ganaderas y alimentarias. La soya y el trigo complementan este flujo de granos básicos.

En el sector proteínico, México importa cantidades significativas de carne de res, cerdo y pollo, así como productos lácteos como leche y queso. También adquiere papa, semillas y fertilizantes que alimentan su propia producción agrícola. Esta interdependencia crea un círculo virtuoso donde México importa insumos agrícolas que luego utiliza para exportar productos de mayor valor agregado como aguacates, berries y hortalizas frescas.

Productos químicos y farmacéuticos

La industria química y farmacéutica estadounidense encuentra en México un mercado sustancial. Los productos químicos, medicamentos y vacunas representan otra parte esencial del flujo comercial, especialmente relevante considerando las necesidades de salud pública y los requerimientos industriales de procesos químicos en la manufactura.

Industria automotriz

Resulta paradójico pero revelador que México, siendo un gran exportador de vehículos y autopartes, también sea un importador significativo de componentes automotrices estadounidenses. Esta dinámica refleja la naturaleza altamente integrada de la industria automotriz norteamericana, donde un vehículo cruza múltiples veces la frontera durante su proceso de manufactura, incorporando componentes de ambos lados.

Comercio entre México y Estados Unidos

La dinámica comercial bilateral ha evolucionado hacia una complementariedad cada vez más sofisticada. El comercio total entre ambas naciones alcanzó los 581,306 millones de dólares en los primeros ocho meses de 2025, un incremento del 3.89% respecto al mismo periodo de 2024. Esta cifra supera ampliamente el intercambio que Estados Unidos mantiene con cualquier otro socio comercial.

Déficit comercial: una espada de doble filo

El déficit comercial que Estados Unidos mantiene con México se ubicó en 128,484 millones de dólares durante enero-agosto de 2025, significativamente mayor que los 109,270 millones del año anterior. Solo China genera un déficit más profundo para la economía estadounidense (145,441 millones de dólares), seguido de Vietnam (112,996 millones).

Este déficit ha sido utilizado retóricamente por la administración Trump para justificar políticas arancelarias, pero la realidad económica es más compleja. Gran parte de lo que México exporta a Estados Unidos incorpora contenido estadounidense, especialmente en sectores como el automotriz y electrónico, donde las cadenas de suministro están profundamente integradas.

La geografía del comercio

Texas se mantiene como el epicentro del comercio bilateral, con un intercambio de 23,805 millones de dólares solo en enero de 2025. Para Texas, México representa el 40.3% de sus importaciones, convirtiendo al estado en el más dependiente del comercio mexicano. Otros estados con vínculos comerciales robustos incluyen California, Arizona y Nuevo México, todos ellos fronterizos.

Del lado mexicano, Chihuahua lideró el intercambio comercial con Estados Unidos en 2024 con un saldo de 53,848 millones de dólares, seguido por Nuevo León (32,640 millones) y Baja California (32,374 millones). Estados como Campeche (96.4%), Tamaulipas (96.1%) y Chihuahua (96%) muestran los mayores niveles de dependencia de las exportaciones estadounidenses.

El papel de los aranceles

Pese a la retórica proteccionista, México ha demostrado una resiliencia notable frente a la política arancelaria estadounidense. Al mes de agosto de 2025, el arancel efectivo cobrado a México fue de apenas 4.68%, colocándolo en la posición 26 de los 35 países de los que más importa Estados Unidos. Esta cifra contrasta dramáticamente con el 36.74% cobrado a China, el país más afectado por los gravámenes.

El 84.36% de las importaciones desde México cumplió con las disposiciones del T-MEC en agosto, lo que permitió que el 83.41% de las mercancías entraran libres de arancel. Esta protección del acuerdo comercial ha sido fundamental para mantener la competitividad de los productos mexicanos en un entorno de creciente proteccionismo.

Canadá, por su parte, vio incrementarse su arancel efectivo del 2.99% al 3.84% debido al aumento en los aranceles generales de la Ley de Poderes Económicos de Emergencia (IEEPA), que pasaron del 25% al 35% en agosto. Este endurecimiento arancelario hacia Canadá podría haber contribuido indirectamente al ascenso de México como principal destino de exportación estadounidense.

Sectores estratégicos y el futuro del nearshoring

La consolidación de México como principal socio comercial estadounidense no es casual. Responde a tendencias globales como el nearshoring —la reubicación de producción cerca de los mercados de consumo— y la búsqueda de resiliencia en las cadenas de suministro tras las disrupciones causadas por la pandemia y las tensiones geopolíticas con China.

Sectores como el procesamiento de carnes y ganado, lácteos, petróleo y gas, productos químicos, manufactura textil y equipos electrónicos muestran una demanda creciente de insumos estadounidenses. México se convierte así en una plataforma de manufactura que combina cercanía geográfica, costos competitivos, mano de obra calificada y acceso preferencial al mercado estadounidense a través del T-MEC.

Las aeronaves civiles y partes aeronáuticas representan otro segmento de crecimiento notable en las exportaciones estadounidenses hacia México, reflejando el desarrollo del sector aeroespacial mexicano. Estados como Querétaro, Sonora y Baja California se han convertido en clusters aeroespaciales que atraen inversión de empresas globales.

Perspectivas y desafíos

La revisión del T-MEC, programada para 2026, se perfila como un momento crucial para definir el futuro de la relación comercial. El sector privado mexicano insiste en que el país sigue siendo un comprador estratégico de cereales, electrónicos, acero, hierro, autopartes, vehículos, maquinaria y energía estadounidenses, lo que debería traducirse en una renovación fluida del acuerdo.

Sin embargo, persisten desafíos. La amenaza latente de aranceles más agresivos, las tensiones migratorias y las presiones políticas en Estados Unidos podrían complicar el panorama. México deberá diversificar sus mercados de exportación para reducir su dependencia del mercado estadounidense, aunque la geografía y la integración económica hacen que esta tarea sea más fácil de decir que de hacer.

La transformación de México de simple proveedor de manufacturas a socio comercial integral —tanto vendedor como comprador— representa un logro económico significativo. Refleja décadas de inversión en infraestructura, desarrollo de capital humano y construcción de instituciones comerciales. El desafío ahora es mantener esta posición privilegiada en un entorno global cada vez más volátil y proteccionista.

Con un intercambio comercial que supera los 776 mil millones de dólares anuales y una participación del 15.5% en el comercio total estadounidense, México ha demostrado que la integración económica regional puede generar prosperidad mutua. La clave estará en profundizar esta relación de manera sostenible, asegurando que los beneficios se distribuyan ampliamente en ambos lados de la frontera y que la complementariedad económica se traduzca en desarrollo social.

Maria Saucedo
Maria Saucedo
María es una periodista experimentada que combina su formación en letras con una visión estratégica de la logística, creando contenido inspirador e informativo para nuestro blog.

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