México no detiene su marcha en materia de infraestructura vial. Durante 2025, la Red Nacional de Caminos experimentó un crecimiento extraordinario que reafirma el compromiso del país con la conectividad y el desarrollo económico. Los números hablan por sí solos: la red carretera mexicana alcanzó los 178,608.49 kilómetros, tras sumar 73,537 kilómetros adicionales respecto al año anterior, consolidando una de las expansiones más significativas en la historia reciente de la infraestructura nacional.
Esta transformación va más allá de simples cifras. Representa una revolución en la forma como personas y mercancías se desplazan a lo largo y ancho del territorio mexicano, optimizando las cadenas de suministro y posicionando al país como un actor clave en la logística continental.
Carreteras de México: Un mosaico de vías federales, estatales y municipales
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía reveló este lunes un panorama detallado que dibuja la complejidad y diversidad de las carreteras de México. La infraestructura vial del país se distribuye estratégicamente en diferentes jurisdicciones: 51,310.46 kilómetros corresponden al orden federal, 103,787.20 kilómetros a nivel estatal, 19,757.06 kilómetros municipal, mientras que 3,753.77 kilómetros están bajo administración privada y otras modalidades.
La clasificación entre vías de cuota y libres también revela contrastes interesantes. Del total de carreteras, 11,381.95 kilómetros operan bajo sistema de peaje, mientras que la gran mayoría —167,226.54 kilómetros— permanecen como vías libres, garantizando el acceso democrático a la movilidad.
Pero la red vial mexicana no se limita únicamente a carreteras pavimentadas. El ecosistema de conectividad incluye 530,493 kilómetros de caminos rurales que penetran en las comunidades más alejadas, 274,097 kilómetros de vialidades urbanas que irrigan las ciudades, y 21,597 kilómetros de veredas que mantienen viva la comunicación en zonas de difícil acceso.
La infraestructura complementaria también impresiona: 18,195 puentes salvan obstáculos naturales, 256 túneles perforan montañas, 1,376 plazas de cobro facilitan el flujo financiero, 46,289 marcas de kilometraje orientan a los conductores, y 38,474 señalamientos de maniobras prohibidas guían hacia rutas alternativas seguras.
Red de carreteras en México: Un sistema integrado que conecta al país con el mundo
La red de carreteras en México funciona como el sistema circulatorio de la economía nacional. Su diseño inteligente permite que los sistemas de información geográfica determinen rutas óptimas entre cualquier origen y destino, revolucionando la planificación logística y el análisis del transporte.
Esta red no opera aisladamente. Se integra con 28,941 sitios de interés estratégico que multiplican su efectividad. Entre ellos destacan 184 puertos —clasificados en 14 de abrigo, 19 industriales, 26 de la Marina, 14 militares, 81 pesqueros y 30 turísticos— que conectan las carreteras terrestres con las rutas marítimas globales.
La conectividad multimodal se fortalece con 32 terminales de carga que funcionan como nodos de transferencia entre diferentes medios de transporte, 160 aeropuertos distribuidos en 75 internacionales, 53 locales, 17 militares y 15 nacionales, además de 63 estaciones de ferrocarril que mantienen viva la tradición del transporte sobre rieles.
El componente fronterizo tampoco se queda atrás. México cuenta con 77 puertos fronterizos y 73 aduanas que regulan el comercio internacional, mientras que 189 pistas aéreas complementan la infraestructura aeroportuaria para conectar regiones remotas.
Este sistema integrado constituye mucho más que una suma de kilómetros de asfalto. Representa la columna vertebral que sostiene la competitividad mexicana en el escenario global, facilitando que las empresas accedan a mercados, que las familias se reencuentren, y que las oportunidades fluyan sin obstáculos entre regiones.
El crecimiento de 73,537 kilómetros en un solo año demuestra que México mantiene el acelerador a fondo en su apuesta por la infraestructura. Esta expansión responde a los desafíos contemporáneos de una industria logística cada vez más exigente y de una población que demanda mejores opciones de movilidad. La Red Nacional de Caminos seguirá siendo protagonista en la historia del desarrollo mexicano durante 2025 y los años venideros.
