El cross-docking es una técnica que nos ayuda a optimizar los tiempos de entrega; su principal característica es la reducción o eliminación del tiempo de almacenaje. De esta forma, la mercancía sale directamente a los clientes sin permanecer en un almacén. Existen el cross-docking directo y el indirecto. En el primero, los productos vienen previamente separados y únicamente deben acomodarse para su salida; en el segundo, deben de seleccionarse y separarse al llegar al almacén para luego posicionarlas en los tramos de salida. Es decir, el cross-docking indirecto le agrega un paso extra al despacho de productos.
Fases del cross-docking
Para lograr esta técnica es necesario respetar ciertas fases: la programación de la distribución, la recepción en almacén, registro, revisión e inventario y, finalmente, la consolidación de los pedidos (no necesaria en el modo directo) y la salida de la mercancía. De esta manera, el cross-docking puede ayudarnos a reducir la manipulación de la mercancía, ahorrar tiempo y costos, simplificar la logística de almacén, aumentar la vida útil de los productos perecederos, y elevar el número de clientes por los cortos tiempos de entrega. La inversión inicial puede ser elevada, ya que requiere que toda la cadena de suministro funcione de forma organizada y a tiempo. Sin embargo, las ventajas que conseguimos al utilizar esta técnica superan a las desventajas.
También te podría interesar: Te explicamos qué es el Machine Learning y cómo funciona.