Hemos hablado del nearshoring en México en distintas ocasiones. Expusimos algunos retos que tiene nuestro país: la falta de infraestructura, la seguridad y los recursos disponibles. Sin embargo, México ofrece muchos beneficios que otros países no tienen. En una entrevista del New York Times, Peter S. Goodman, economista y autor, nos dice que «la geografía es enorme. Más allá de eso, México es un país relativamente grande, con una mano de obra de trabajadores aplicados y muchos gerentes con un alto nivel de educación que hablan un inglés estupendo. Se le ve, cada vez más, como un lugar efervescente para los negocios.»
Esto no es lo único atractivo: nuestro país también cuenta con un mercado con potencial de consumo, talento y mano de obra barata y capacitada. Este último punto es uno de los más importantes: el costo de la mano de obra en México es más bajo que en China desde hace más de un año. Esto es tanto positivo como negativo, sin duda alguna; sin embargo, cuando hablamos de nearshoring, es una ventaja frente a otros países manufactureros. No solamente es el costo, sino las horas trabajadas: un empleado promedio en México trabaja 46 horas a la semana, en China no pueden exceder las 40 horas semanales. Por esto, así como por el costo de liquidación de empleados, producir en México resulta una opción viable para muchos.
Existen aún muchos retos para que el nearshoring fluya sin problemas en el país. Aunque esto sea cierto, también es verdad que se están llevando muchos proyectos a nivel local: Nuevo León, por ejemplo, está invirtiendo en mejorar sus carreteras y la infraestructura general. Las empresas están tomando en cuenta esto: se enfocan en el potencial de México a largo plazo. Es lógico que el interés esté creciendo de esta manera. Si seguimos por este camino, veremos cada vez más empresas internacionales fijando sus bases de producción aquí.
