Un trasplante de órganos es una operación, muchas veces, de emergencia, y que tiene muchas implicaciones a nivel de logística. La primera opción para transportar órganos de trasplante, es la vía terrestre, pero debido a la naturaleza de los órganos vitales, únicamente es viable si la distancia no rebasa los 300 km.
Cuando existe un órgano en donación a una distancia más larga, se usa la vía aérea para transportarlo. De hecho, 1 de cada 5 órganos en donación se transporta por este medio.
Y es que debemos tomar en cuenta que, entre más rápido se pueda lograr la operación, más oportunidades de éxito se logran.
¿Cómo se transportan los órganos donados? ¿En vuelos privados o comerciales?
Si los órganos se transportan en vuelos comerciales o privados, depende mucho del órgano en cuestión. Por ejemplo, si se trata de un trasplante de pulmón (que puede sobrevivir menos tiempo fuera del cuerpo), generalmente se utiliza un aerotaxi o un vuelo privado. Lo mismo ocurre con el equipo médico que se necesita para las extracciones.
De otra forma, se utilizan vuelos comerciales; y a diferencia de lo que solemos ver en ficción, los órganos no necesitan acompañamiento médico. Deben ir resguardados a una refrigeración óptima y vuelan dentro de la cabina del avión.
Desde luego, se deben tomar en cuenta varios aspectos, por ejemplo, el grado de emergencia de la operación, así como el tiempo que puede pasar un órgano sin sufrir riesgo sanguíneo.
Dicho esto, dentro de los vuelos comerciales, el hígado y el riñón son los órganos más transportados: un hígado puede mantenerse en condiciones óptimas de 7 a 8 horas, mientras que un riñón puede sobrevivir más de 24 horas.
En cuanto a la logística, se estima que alrededor de 20 personas estén involucradas en el transporte aéreo comercial de órganos de trasplante, entre el personal de la aerolínea y el equipo médico involucrado.
