¿Qué es la inflación?

Este año, la palabra inflación ha aparecido constantemente en diversos medios. Noticias sobre el alza de precios global abundan en nuestro día a día. En este BeBlog queremos aclarar de qué hablamos cuando hablamos de inflación. 

La inflación es el aumento sostenido y generalizado de los precios. ¿Qué significa esto? Entendemos que hay un aumento en los precios, pero para que se considere inflación debe ser constante. Generalizado se refiere a que la mayoría de los precios suban: no es inflación si únicamente se encarece un producto. Aunque tengamos el mismo dinero, nuestro poder adquisitivo disminuye. Existen varios tipos de inflación: la moderada, la galopante y la hiperinflación. La primera se refiere a un incremento ligero de los precios: es lento y se mantiene la estabilidad. Para que sea moderada no debe superar el 10% anual. La segunda es el aumento en dos o tres dígitos de forma interanual. El alza de los precios crece rápidamente y sin un límite visible; puede desembocar en una crisis económica, causando que los consumidores sólo adquieran productos de primera necesidad. La última culmina en un desplome del valor de la moneda del país y sucede cuando la tasa de inflación supera el 50% mensual.  

También se habla de otros tipos de inflación, que más que clasificarlas por cantidad o porcentaje, lo hacemos por causa o razón. En esta clasificación encontramos: inflación por consumo o demanda, inflación por costes, inflación autoconstruida y la inflación generada por expectativas de inflación. La primera obedece a las leyes de oferta y demanda: si hay desequilibrio, los precios aumentan. La inflación por costes, como su nombre lo indica, se refiere al aumento de precio de uno o más factores de producción. Como lo sería, por ejemplo, en materias primas o en mano de obra. Esto genera un efecto mariposa: si el litio es más caro entonces todos los aparatos electrónicos que contengan litio serán más caros y las fábricas u oficinas que dependan de estos aparatos incrementarán su gasto y así sucesivamente. La inflación autoconstruida se refiere a cuando los gobiernos incrementan lentamente, como medida de prevención, los precios para evitar que haya un golpe fuerte en el futuro. Y, finalmente, la que se genera por expectativas de inflación. Esta inflación produce un círculo vicioso: se aumentan los salarios para contrarrestar la inflación, pero por esto los gastos de las empresas se elevan.

¿Cuáles son las causas de la inflación?

En resumen, la inflación existe cuando hay un desequilibrio entre la producción y la demanda, o cuando los gastos de las empresas se encarecen (electricidad, gas, transporte). Esto se hace más complejo cuando analizamos qué factores pueden causar un desequilibrio o un aumento en los gastos de las empresas. La recesión que estamos viviendo hoy a nivel mundial no es una casualidad: la actual guerra en Ucrania, la pandemia por COVID-19, y la crisis de contenedores son algunos de los eventos que han afectado el precio de los productos en distintos países. Si bien es imposible controlar la inflación al 100%, los países pueden recurrir a distintas medidas para proteger a sus habitantes. 

Un país puede medir la inflación de diferentes formas. En México, por ejemplo, se creó el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC). Este documento refleja los cambios en el precio de un conjunto de bienes y servicios. El INEGI le da seguimiento, mes con mes, a más de 235,000 precios. Así pueden informar al Banco de México para que implemente las normativas necesarias para controlar la inflación. Subir los intereses, subsidiar algunos artículos, o retirar el IVA de ciertos productos son algunas de las medidas que se han tomado anteriormente.

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