La presidenta Claudia Sheinbaum ha logrado extender su emblemático acuerdo con empresarios gasolineros para mantener el tope de precio en la gasolina magna hasta finales de 2025. Esta decisión estratégica representa una victoria significativa para las familias mexicanas, quienes podrán contar con combustible accesible durante todo el año, convirtiéndose en una medida clave para el control inflacionario del país.
El compromiso voluntario, al que se han adherido el 98% de los gasolineros nacionales, establece un precio máximo de 24 pesos por litro de gasolina magna, una cifra que se ha convertido en el referente más importante del sector energético mexicano. Este acuerdo, catalogado como histórico por la mandataria, trasciende las tradicionales políticas de subsidios gubernamentales para apostar por una estrategia de cooperación público-privada sin precedentes.
La renovación del pacto llega en un momento crucial para la economía mexicana, donde los precios internacionales del petróleo han mostrado volatilidad constante. Mientras otros países enfrentan incrementos descontrolados en sus combustibles, México se posiciona como una excepción notable gracias a esta iniciativa que combina responsabilidad empresarial con política pública efectiva.
Precio de gasolina en México
El panorama actual del mercado de combustibles mexicano muestra una estabilidad notable que contrasta dramáticamente con la realidad de años anteriores. Según los datos más recientes de septiembre 2025, el precio promedio nacional de la gasolina magna se mantiene en aproximadamente 23.48 pesos por litro, cifra que se encuentra cómodamente por debajo del tope establecido en el acuerdo presidencial.
Esta estabilidad representa un logro extraordinario considerando que durante la administración anterior, los precios del combustible experimentaban fluctuaciones semanales que generaban incertidumbre entre los consumidores. El modelo implementado por Sheinbaum ha demostrado que es posible mantener precios competitivos sin recurrir a costosos subsidios que impacten las finanzas públicas.
El mecanismo funciona a través de un esquema sofisticado donde Petróleos Mexicanos establece precios mayoristas nacionales uniformes, mientras que las empresas importadoras y distribuidoras ajustan sus márgenes de ganancia para mantener un diferencial razonable que no exceda los dos pesos entre el precio mayorista y el de venta al público, sin incluir el IVA.
La efectividad del programa se refleja en que únicamente el 2% de las gasolineras del país mantiene precios superiores a los 24 pesos por litro. Para proteger a los consumidores, el gobierno publica semanalmente un reporte de estas estaciones, permitiendo que los conductores tomen decisiones informadas sobre dónde cargar combustible.
Precio actual de la gasolina
Los números actuales revelan el éxito rotundo de la estrategia presidencial. Al 12 de septiembre de 2025, el precio promedio nacional de la gasolina magna se sitúa en 23.48 pesos por litro, manteniéndose significativamente por debajo del tope acordado. Esta diferencia de más de 50 centavos representa un margen de seguridad que protege tanto a consumidores como a empresarios ante posibles fluctuaciones del mercado internacional.
En regiones específicas como el Estado de México, los precios promedian los 23.66 pesos por litro para gasolina regular, mientras que la premium alcanza los 25.39 pesos, y el diésel se cotiza en 25.83 pesos por litro. Estas cifras demuestran que el acuerdo no solo beneficia a la gasolina magna, sino que genera un efecto estabilizador en todo el mercado de combustibles.
La gasolina premium, aunque no está incluida en el tope de precios, ha mostrado una estabilidad relativa cotizándose alrededor de 25.77 pesos por litro a nivel nacional. Este comportamiento sugiere que la estrategia gubernamental ha creado un ambiente de competencia sana que beneficia a todos los segmentos del mercado.
Los impactos positivos trascienden los números inmediatos. Las familias mexicanas han visto reducida su incertidumbre sobre el gasto en combustible, permitiendo una mejor planificación de sus presupuestos familiares. Los transportistas y empresarios que dependen del combustible para sus operaciones pueden proyectar sus costos con mayor certeza, favoreciendo la estabilidad económica general.
El modelo mexicano ha comenzado a atraer la atención de otros países latinoamericanos que enfrentan desafíos similares con la volatilidad de los precios energéticos. La combinación de negociación transparente, participación voluntaria del sector privado y supervisión gubernamental efectiva se perfila como un caso de estudio para futuras políticas públicas en el sector energético.
La presidenta Sheinbaum ha manifestado su satisfacción con los resultados obtenidos, destacando que este acuerdo demuestra que es posible proteger la economía familiar sin comprometer la rentabilidad empresarial. La renovación del pacto hasta finales de 2025 envía una señal de estabilidad y previsibilidad que fortalece la confianza tanto de consumidores como de inversionistas en el sector energético mexicano.