Las cadenas de suministro a nivel global han cambiado drásticamente en los últimos años: muchas se han reubicado a nuestro país por la alza de precios en Asia. El nearshoring promete impulsar la economía de México a corto, mediano y largo plazo. Sin embargo, se deben de resolver varios temas. ¿Cómo aprovechamos nuestra ubicación? ¿Cómo logramos tener una logística de excelencia?
Gracias al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), distintos tratados de libre comercio y nuestra posición geográfica, el país es considerado como el único que puede integrarse con Europa, América del Norte, América Latina, Asia y el Pacífico de manera simultánea. Todo esto representa una ventaja para México. Es necesario un mejoramiento de la actual infraestructura y así aprovechar nuestra ubicación: debemos ofrecer una logística de excelencia. Un ejemplo de esto sería establecer rutas marítimas desde Coatzacoalcos y Progreso hasta Estados Unidos: así aseguraríamos desarrollo económico al sur del país.
Mejorar la comunicación entre nuestras fronteras abriría nuevas puertas a la inversión extranjera; de esta manera, facilitamos el intercambio entre distintos países. El sector automotriz es ahora lider en el desarrollo económico de los parques industriales. Sin embargo, actualmente tiene muchos retos: la disponibilidad a fuentes de energía para la demanda prevista, la seguridad jurídica en el país, así como la seguridad general en distintos estados, y la falta de inversión en carreteras. Hay trabajo que hacer: la oportunidad está en nuestras manos. La industria farmacéutica es otra gran área de oportunidad para México; sin embargo, aún cuando nuestro país ya ha establecido una plataforma importante con respecto a la manufactura de equipo médico, nos hace falta dar el brinco al equipo de alta tecnología. De esta forma, atraeríamos mayor inversión al sector de pruebas clínicas.
En resumen: hay un camino largo por recorrer para que México tenga un mercado más atractivo que el que tiene actualmente. Estamos en un momento clave para las cadenas productivas de nuestro país y es importante aprovecharlo: el nearshoring está aquí para quedarse.
