Con las elecciones presidenciales estadounidenses a la vuelta de la esquina, las propuestas tanto del actual presidente, Joe Biden, como del candidato Donald Trump, han sido contundentes en cuanto a proyectos nacionalistas sobre todo, respecto a regresar las empresas a Estados Unidos.
“Hagamos en Estados Unidos lo que estamos vendiendo en Estados Unidos”, señaló el presidente Joe Biden a principios de 2022.
Por su parte, Donald Trump ha sido un defensor destacado del reshoring, no solo al alentar a las empresas a regresar a Estados Unidos, sino también al evitar que se vayan.
En 2016, amenazó a las compañías con un impuesto del 35% sobre los productos fabricados en otros países y vendidos en Estados Unidos.
Un ejemplo de esto fue cuando la automotriz Ford anunció la construcción de una planta en México con una inversión de 1,600 millones de dólares. Sin embargo, tras las declaraciones de Trump, Ford canceló esos planes y optó por aumentar su producción en Estados Unidos.
¿Qué es el Reshoring?
Estados Unidos ha vivido también su propio fenómeno de relocalización de empresas: el reshoring, es decir, que las empresas regresen a su territorio de origen.
¿El reshoring implica una “amenaza” para el nearshoring en México?
Expertos señalan que si Estados Unidos redujera sus inversiones en México, esto podría ser compensado por la llegada de otras empresas que opten por el nearshoring.
Aunque se debe estar atento a la revisión del T-MEC en los próximos años, pues se cree que México tiene más potencial para atraer más inversiones de lo que podría perder.
A pesar de las posibles desinversiones, México tiene oportunidades para atraer nuevas empresas y mantener su atractivo como destino de inversión.
La revisión del T-MEC es un factor importante a considerar, pero el balance podría favorecer a México en última instancia.